El ministro de Ciencia destacó el valor de esta colaboración internacional para comprender el impacto del cambio climático y proveer evidencia para la toma de decisiones. Tras escalas en Punta Arenas, Puerto Montt, Talcahuano y Valparaíso, la goleta se encuentra en el puerto de Iquique para continuar su labor de investigación del microbioma marino hacia el Canal de Panamá.
Luego de casi tres meses de travesía por el mar chileno, la expedición científica Tara está en el puerto de Iquique, su última parada en la costa chilena. Allí, la tripulación del velero y autoridades científicas que colaboran con la misión, recibieron este martes al ministro de Ciencia, Andrés Couve, para compartir un balance de la iniciativa que reúne a un grupo interdisciplinario de investigadores e investigadoras.
La misión –una colaboración entre la Fundación Tara Océan y CEODOS Chile– ha recorrido nuestra costa analizando el microbioma marino para contribuir a la comprensión del impacto del cambio climático en los océanos y aportar al desarrollo de capacidades de adaptación y mitigación de sus efectos.
“Estamos a bordo de Tara, un velero científico que combina la exploración oceanográfica de frontera con la utilización de datos sobre el océano para entender distintos fenómenos, entre ellos el cambio climático, como van variando los parámetros fisicoquímicos y la diversidad biológica de los océanos. Esta expedición está hoy día en Iquique y lleva a bordo un experimento chileno donde distintos investigadores e investigadoras nacionales se han unido para la medición de CO2 en nuestras aguas costeras”, dijo el ministro Couve, quien conoció la embarcación junto a la Seremi de Ciencia de la macrozona norte, Daniela Barría, y el jefe de la División de Ciencia y Sociedad del ministerio, Rodrigo Tapia.
Para la expedición, que inició su trayecto el 13 de febrero en Punta Arenas y desde entonces se ha detenido en Puerto Montt, Talcahuano, Valparaíso y finalmente Iquique, CEODOS recibió el apoyo del Ministerio de Ciencia para estructurar una alianza entre los centros de investigación de excelencia de Chile y los Institutos y laboratorios del innovador programa que ya lleva 15 años de resultados con cerca de 200 científicos y científicas involucrados de países como Francia, España, Italia, Estados Unidos, Bélgica, Japón y Canadá.
Al respecto, Camila Fernández, co-coordinadora de la misión e investigadora de los centros Incar, IDEAL y Copas Sur Austral, destacó que «para la Fundación Tara ha sido fundamental contar con el apoyo del Ministerio de Ciencia. El Ministro Couve ha confiado desde el inicio en esta iniciativa nacional para hacer un recorrido integral por el océano costero chileno. La comunidad científica se unió bajo el alero del ministerio para recorrer Chile de sur a norte junto con el velero y su excelente tripulación, y las seremi han participado también de la logística que significa realizar una expedición como esta en tiempos de pandemia y han sido un apoyo muy importante y entusiasta».
La misión se ha enfocado en estudiar a los microorganismos oceánicos como bacterias, hongos y virus, así como algunos crustáceos, contaminantes emergentes como el microplástico, agentes patógenos, metales traza en el océano y el comportamiento de gases de efecto invernadero en continuo, entre muchas otras cosas. El equipo de científicos ya comenzó el trabajo de análisis de las muestras recogidas, y pronto iniciarán su secuenciación genómica con ayuda de big data, análisis con modelos matemáticos e inteligencia artificial, cuyos resultados podrían dar nuevas pistas para comprender el impacto del cambio climático en los océanos.
«Estamos terminando una expedición de más de tres meses en Chile que no ha sido simple; la coordinación delicada entre grupos, objetivos, navegando en un mar complejo, lleno de sorpresas, que nos obliga a estar pensando siempre en lo que viene; integrar de la manera más virtuosa posible los datos obtenidos para aportar en la comprensión de la relación entre el microbioma del océano y las condiciones donde vive», destacó por su parte Alejandro Maass, director del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la U. de Chile y co-coordinador de la misión CEODOS Chile.
Tras la última parada de su trayecto en Chile, el velero seguirá hacia el Canal de Panamá. Durante los próximos dos años, Tara recorrerá las costas del Atlántico Sur, la Antártida, así como gran parte de la costa oeste de África, para finalmente retornar a Francia, su punto de partida. Se trata de una iniciativa a largo plazo que busca monitorear el océano chileno cada cinco años. “Este es el inicio de un proceso transdisciplinario, donde no hay jerarquías disciplinarias, lo que acá importa son las ideas y la cooperación para obtener información de datos relevantes para la comprensión científica, pero también para apoyar políticas públicas con bases cada vez más sólidas y cuantitativas. Estamos viviendo una expedición del siglo XXI, que no ha terminado, es solo el inicio», añadió Maass.
Vinculación con la comunidad: más de 3 mil personas compartieron con la tripulación
En su recorrido por Chile, la tripulación y el equipo científico de Tara ha realizado distintas actividades de vinculación con las comunidades a través de visitas virtuales a la goleta y conversaciones remotas con investigadoras e investigadores de los 9 centros nacionales participantes.
«Durante la expedición, el equipo a bordo ha realizado webinars y conversatorios que han llegado a casi 3 mil personas, entre ellos más de 1.700 estudiantes de enseñanza básica y media gracias a la co-coordinación del programa Explora a través de sus proyectos asociativos regionales y el apoyo de las Seremi del Ministerio de Ciencia. En estos encuentros las y los estudiantes han hecho preguntas que van desde cómo ha afectado la pandemia la actividad a bordo, hasta las opciones que hay para usar los datos recabados por Tara en investigación escolar. Además, han podido conocer detalles sobre los animales marinos que han visto durante la travesía, las zonas más peligrosas para navegar, o cómo alguien puede sumarse a Tara en futuras expediciones», explicó Rodrigo Tapia.
Fuente: MinCiencia